Aprendizaje.

Ver a una persona es algo muy simple. Observarlos es algo mas a detalle, pero superficial, lo observas y determinas detalles como su tez, su complexión, su forma de vestir, su apariencia al final de cuentas. Pero mirar a una persona a los ojos, es muy diferente.
Hay una persona que ha estado conmigo mucho tiempo, que me ha acompañado y me ha apoyado en muchas ocasiones. Puedo decir que la conozco, aunque no totalmente, pues nunca se termina de conocer a alguien. Hace poco tuve la oportunidad de mirar esos ojos, de observarlos con detenimiento. ¡Nunca había notado lo hermosos que son!. No son de color azul, ni verde, son comunes, pero son infinitamente hermosos por lo que transmiten.
Bien dicen que los ojos de una persona son una ventana que nos permite mirar hasta su alma. Hace poco tuve la oportunidad de asomarme. Yo se de antemano que eres una buena persona, luchadora y con ganas de vivir, y tus ojos me dejaron ver que posees un alma buena, pero también me di cuenta de algo que nunca había notado o quizá no quise notar, que posees un alma frágil.
Si me hubiesen dicho que te describiera, diría que eres una persona fuerte, difícil de doblegar. Al mirar a tus ojos, al ver que se quebraron en llanto, me di cuenta, que también puedes llorar. Has sido muy fuerte durante muchos años, y has sabido afrontar las peores situaciones de una manera casi heroica.
Me di cuenta que viví muchos años equivocado, por que al verte tan fuerte, tan inquebrantable, me empeñe yo mismo en hacerte daño. ¡Que terrible error he cometido.!
En cuantas ocasiones necesitaste de un apoyo, en cuantas ocasiones sentiste que tu espíritu caía, cuantas veces tus ojos imploraban ayuda, y no me di cuenta; me deje llevar por que tus palabras y tus actos transmitían seguridad y una interminable fortaleza.
Cuantas veces escuche las historias de tu vida, los sufrimientos que afrontaste, los éxitos, los fracasos, las muertes, todo me lo contaste, pero siempre con esa aura de fortaleza que te protegía, y que también me protegía a mi.
 Me di cuenta que todas esas vivencias te dejaron cicatrices y algunas son heridas que aun no cierran.

Un día te escuche pedirme ayuda, y hasta ese día, me permití ver tus ojos, y darme cuenta de que siempre me la habías pedido, pero a través de esa mirada. Fuiste fuerte, para ayudarme a levantarme, para no dejarme caer, para dejar que me apoyara en ti, para subir mas alto.
¿Y yo? ¿Cuando estuve para ti?¿Cuando te ayude?¿Cuando observe esos hermosos ojos?
Lo siento tanto...
Pero no todo esta perdido, tu estas aquí conmigo y yo estoy aquí contigo. Hoy he aprendido la lección, prestare mas atención. Así que llegue a casa y vi los ojos de mi pequeño, que con inocencia me miro, y vi toda la esperanza de una vida, de mi vida misma en sus pequeños ojos...
No volveré a cometer tan atroz error...

Sizu Yantra...