Crónica de dos que no se conocieron.

Martes. El reloj marcaba las 9:00 pm.
Él guardo sus cosas en el cajón, apago el computador, las luces. Bajo las escaleras y salio de la oficina.
Aguardo unos minutos a que pasara la combi, abordo la primera que paso, cualquiera lo llevaba a su destino. Saludo de forma seca -"Buenas Noches", al que solo respondió una voz, de la misma forma. El trayecto era corto, y en el pequeño espacio, inundaba su mente con pendientes de trabajo. Se alcanzaba a ver el lugar, pago su pasaje e indico su bajada.
En ese mismo lugar y de la misma combi, bajo una jovencita. Intercambiaron miradas discretamente, mientras esperaban cruzar la calle. Ella cruzo primero, él siempre había sido torpe para cruzar la calle, así que tardo un poco mas. La calle era amplia, reinaba la oscuridad pues solo se iluminaba levemente con las luces de algunas casas. La noche era fría.
Ella caminaba a prisa, con cierto temor.
Él caminaba detrás de ella, al mismo ritmo, pero con una distancia constante.
Ella se sentía perseguida, un tanto atemorizada. Así caminaron 5 calles, lugar donde ella viro a la izquierda. Él se detuvo, la observo hasta que se perdió en la lejanía y oscuridad. Siguió su camino.
A la misma hora y de la misma forma sucedió el Miércoles, Jueves, Viernes, Lunes.
Martes.
Él abordo la combi, saludo. Como siempre ella respondió. Intercambiaban miradas indiscretas, de desconocidos que se conocen. Bajaron en el mismo lugar, ella cruzo la calle primero, ya era rutina. Él espero, cruzo después, camino a la distancia de siempre, observándola. Esta vez observo su silueta, su figura, el contoneo de su caminar y el brillo de su cabello pelirrojo.
Ella caminaba a prisa, pero solo por costumbre.Ya no sentía aquel temor, al contrario, sentía alguna seguridad, de alguna manera se sentía acompañada, por aquel joven con el que compartía camino.
Viro a la izquierda, él la observo hasta que se perdió de su vista y continuo su camino. No sabia a donde iba, pero siempre lo hacia; ella sabia que la observaba, y se sentía tranquila.
Al siguiente día, él se propuso -"Le hare la platica". Se proponia hablarle, para eliminar la distancia y por fin hacerse compañía de verdad. Pero su timidez no se lo permitio, y asi paso, Miercoles, Jueves, Viernes, Lunes, Martes.
Martes.
El abordo la combi y saludo. Nadie respondió. Mala señal.
Bajo de la combi solo. Camino solo. Paro en la calle 5 y miro a la izquierda, nada mas que vacío y oscuridad. Así pasaron mas días, semanas.
Ya no la volvió a ver, no volvió a ver aquella muchachita pelirroja. Nunca pudo conversar con ella, ni preguntarle su nombre.
Es la crónica de dos, que el destino coloco en el mismo camino, pero que jamas se conocieron.
Buenas Vibras...